Mate y avivamiento

con Nicolás Serrano y Moisés Annacondia

Episodio 1: ¿Qué es un avivamiento?

Moisés: Qué bueno, Nico, estar juntos por primera vez dando inicio a esta primera temporada.

Nico: Sí, Mate y charlas de Avivamiento. Primer programa.

Moisés: Qué privilegio estar juntos al rededor de la Palabra del Señor y arrancar con un tema al cual por los siglos la Iglesia viene orando y viene buscando incansablemente. Y qué bueno es verlo a la luz de la Palabra de Dios, Nico.

Nico: Exactamente. ¿Con qué empezamos entonces? Primera temporada, primer programa.

Moisés: Vamos a charlar acerca de qué es un avivamiento desde la perspectiva bíblica, no de lo que nosotros podemos llegar a entender o deducir por lo que hemos leído históricamente, sino desde la perspectiva bíblica.

Nico: Y si hay un tema sobre el que hay confusión, es sobre este. Llamamos avivamiento a tantas cosas diferentes. Pero, ¿a qué llama la Biblia avivamiento? ¿Dónde está la palabra avivamiento en la Biblia? ¿Qué significa? ¿Cómo se aplica? ¿Y cómo entonces entender los demás conceptos emergentes sobre avivamiento en la luz de las Escrituras? Así que esto va a estar muy bueno.

Moisés: Qué interesante, Nico. Preparamos el corazón entonces para lo que viene y esto nos va a ayudar a entender la historia de lo que pasó y orar con claridad para buscar un verdadero avivamiento por delante.

Nico: Vamos por eso entonces.

Bienvenidos al podcast de Familia de la Gracia. Nicolás Serrano y Moisés Anacondia comparten con nosotros mate y charlas de avivamiento. Acompáñanos y reflexionemos juntos a la luz de la palabra de Dios.

Nico: Bueno, podemos empezar entonces revisando bíblicamente el concepto de avivamiento. Y podemos ir a el Salmo 119, por ejemplo, versículo 25, donde encontramos una de las conjugaciones de la palabra avivamiento. La palabra avivamiento proviene del Antiguo Testamento. El concepto es transversal a toda la Escritura. El Salmo 119, versículo 25, dice, el salmista ora diciendo, vivifícame conforme tu palabra. Vivifícame conforme tu palabra. Así que ahí tenemos la palabra. Etimológicamente, tanto en hebreo o en griego, en latín, en español, el significado es simplemente el mismo. La palabra avivamiento, con su prefijo a, significa intensificación de la vida. Lo que el salmista está diciendo es, Dios mío, quiero más de tu vida en mí. Quiero que más de tu presencia se manifieste a través de mi vida. Reconozco que hay una carencia de tu poder en mi vida. Entonces necesito que la vida tuya, oh Señor, que está en mí, aumente, se manifieste en un grado y una plenitud mayores que la que estoy teniendo ahora. Ese es el significado. Entonces, hablamos de avivamiento, puertas adentro. El avivamiento no es para el mundo. La Gran Comisión es para el mundo, la evangelización. El avivamiento es para la iglesia. Sólo aquellos que ya tienen vida pueden ser avivados. Los demás necesitan una resurrección, no más vida.

Moisés: Ahora Nico, Qué interesante sería, por ahí unos minutos más adelante, ver qué conexión tiene que la vida de Cristo sea intensificada en nosotros con la Gran Comisión, porque hay un contacto directo…

Nico: Exactamente.

Moisés: …pero qué interesante es eso de que, primero reconocer una necesidad, clamar al Señor y entender después cómo viene esa vida de Cristo a nosotros. ¿no?

Nico: ¿Cómo se ve una persona avivada? Bueno, nosotros sabemos que la vida de Dios llega a nosotros por medio del Espíritu Santo. Nosotros recibimos la vida de Dios a través del Espíritu Santo. En Romanos, capítulo 8, versículo 2, Pablo dice; “la ley del Espíritu de vida,(Avivamiento), la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús, me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Entonces, ¿ cómo se ve una persona avivada ? Pablo va a decir que cuando el Espíritu viene a nosotros, nos libra de la ley del pecado y la muerte. La ley del pecado y la muerte es una referencia a lo que él viene diciendo en todo el contexto. En Romanos, capítulo 7, él dice, por ejemplo; “no puedo hacer el bien que quiero, sino el mal que aborrezco eso hago porque el querer está en mí, mas no el hacer” Ahora, esa persona está bajo la ley del pecado y la muerte, de hecho, Pablo dice; estoy vendido al pecado, soy llevado cautivo al pecado, entonces, no puede andar en el Espíritu. No puede vivir una vida conforme a la voluntad de Dios. Vive en una constante impotencia e incapacidad de hacer la voluntad de Dios. Aunque trate de resistirse a la tentación, termina cayendo y esto vez tras vez y se convierte en una atadura, en un hábito, en un estilo de vida, el pecado como práctica. Una persona avivada es librada del pecado como práctica. Ya no está bajo el dominio del pecado. Esto significa, en términos muy prácticos, que una persona avivada ha vencido los pecados del alma y del cuerpo. Como dice Pablo de los Corintios, “límpiense de toda contaminación de alma y de cuerpo”.

Moisés: Nico, no hablamos de perfección. Porque a veces por ahí, sí, pero estás definiendo a alguien perfecto que no peca. No, no estamos hablando de alguien que no peca.

Nico: Ojalá, no pecáramos más. No, no, Eclesiastés dice, “no hay hombre justo que haga siempre bien y nunca peque”. Pero el cristiano no practica el pecado como un estilo de vida. Es decir, ha vencido los pecados del alma y del cuerpo. Del alma como el mal genio, el egoísmo, el orgullo, la vanidad, la codicia. No está atado por esas cosas. No se lo caracteriza como alguien que vive atado….

Moisés: no está dominado a esos pecados

Nico: …a uno de estos pecados. No cae semana tras semana en las mismas cosas. Con ira, con egoísmo, en vanidades, en idolatrías. Y vence también los pecados del cuerpo. Como la lujuria, la gula, la pereza. Es alguien que simplemente, aunque a veces peca, no queda fuera de los planes y los propósitos de Dios a causa de su pecado. Es alguien…. vamos a ponerlo así, Efesios 5:18, es alguien lleno del Espíritu Santo.

Moisés: Wow.

Nico: Y alguien que está lleno del Espíritu Santo por implicación, no está lleno de egoísmo, orgullo, incredulidad, lujuria, vanidad, pesimismo.
Moisés: Su vida refleja los frutos del espíritu. O sea que…

Nico: exáctamente

Moisés: …una vida avivada es una vida que, prácticamente, la podríamos ver y decir; esta persona es una persona avivada, está llena de la vida de Cristo.

Nico: Exactamente. Anda, en las palabras de Pablo en Romanos 8, volviendo atrás, después de decir que la ley del Espíritu de vida en Cristo nos ha librado de la ley del pecado y la muerte, empieza a hablar de andar en el Espíritu. Por lo tanto, dice Pablo; “ya no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme la carne, sino conforme el Espíritu”. Eso significa que el Espíritu nos domina, que el Espíritu es nuestro rey, que el Espíritu nos conduce y nos controla. De hecho, el significado gramatical de ser llenos del Espíritu Santo, la orden de Pablo en Efesios 5, 18, significa sean controlados por el Espíritu Santo.

Moisés: ¡Wow, cuánto!… perdóname Nico…

Nico: sí, sí, sí, no, dale, dale, ja ja ja

Moisés: …se me desprenden 10 millones de preguntas…. ja ja ja

Nico: dale que necesito un mate acá,

Moisés: …que no te las voy a hacer porque el tiempo se nos va a ir a… Sí, pero son tantos conceptos que se desprenden de un tema como avivamiento, llenura del Espíritu Santo, que creo que bíblicamente es tan interesante encontrarle, no digo, los perdidos somos nosotros, la Biblia es clara, pero detenernos y volver ahí. Pero qué interesante es que entonces el avivamiento tiene que ver con esa vida que está siendo y viene siendo transformada por la obra del Espíritu Santo en la vida de Cristo en nosotros intensificada. Eso se ve en comportamiento, en acciones, en amor, en los frutos del Espíritu. Y no simplemente con manifestaciones de hechos poderosos o sobrenaturales concretos. Y ahí por ahí, no sé si te desvío, pero aprovechando el tiempo…

Nico: Sí..

Moisés: ..para dejar claro esto, que ¿qué es realmente?

Nico: El asunto es cuál es la marca de una persona avivada o llena del Espíritu Santo y la marca es su carácter, un carácter como el de Jesús. Es eso, volviendo a Efesios 5.8, sean llenos, significa ser controlados. Si yo digo estoy lleno de ira porque perdió… Newell’s, o lo que sea…, estoy lleno de ira porque…., lo que estoy diciendo es que la ira me controla, la ira dicta mis pensamientos, la ira es el jinete y yo soy el caballo, la ira me empodera, fluye a través de mí, ha desplazado cualquier otro sentir y se ha apoderado de mí, la ira está en el cuarto de máquinas en mi cabeza y me controla, me dirige. Si yo digo estoy lleno del Espíritu, significa que la totalidad de mi mente, de mis sentimientos, de mis afectos, de mis deseos, de mi voluntad, están bajo el control y la guía del Espíritu de tal manera que mi pecado, mi carnalidad, mi orgullo, mi incredulidad, no son un obstáculo ya, para que Él pueda dirigirme siguiendo los pasos de Jesús. Ahora, cuando eso sucede, ¿cómo se ve? La marca es el carácter. Gálatas capítulo 5, los frutos del Espíritu. ¿Cómo se ve una persona llena del Espíritu, que anda en el Espíritu? Llena de…, y ahí tenemos los frutos; amor, gozo, paz, benignidad, templanza, y la lista sigue, paciencia, dominio propio, ¿no es cierto? Así es como se ve, esa persona es conocida por esos rasgos de carácter, que es el carácter de Jesús, es la vida de Jesús manifestándose a través mío con mi voluntad rendida, con mi voluntad muerta. Yo no estoy oponiéndome, no estoy resistiendo al Espíritu Santo, sino que Él puede dirigirme y mi vida se ve como la vida de Jesús. Déjame que lo ponga así. Una persona avivada es alguien que puede poner en su boca las palabras de Gálatas 2, versículo 20, y decir; “ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”. Y que puede pararse en una silla y reunir a su familia y decir, ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí. Y todos dicen, sí, es verdad. No, estás loco, o lo último que a mí se me ocurriría es pensar que vos sos como Jesús. Eso es, Cristo en mí, el carácter.

Moisés: Qué interesante, Nico, pensar que realmente eso es lo que el Evangelio viene a producir en nosotros, ¿no? Y no simplemente, cuando hablamos de avivamiento, eso que muchas veces esperamos que tiene que ver con otros, siempre va otro primero y no tiene que ver con esa transformación personal, sino con lo que Dios puede hacer a través mío con otros. Lo que decíamos hoy, la Gran Comisión, los dones, entran otro montón de cuestiones que a veces entremezclamos y no nos queda claro. Pero creo que necesitamos esto como iglesia, ¿no? Que realmente el Señor, la vida de Cristo en nosotros se pueda dejar ver para que realmente estemos llenos de su verdad.

Nico: Bueno, la idea es expandir qué no es un avivamiento en otro programa y dedicarle uno, dos, tres, los que sean necesarios. Pero muchos confunden avivamiento con milagros. Y en Mateo, capítulo 7, tenés gente que expulsaba demonios, que hacían milagros, que profetizaba. Y Jesús les dice, nunca los conocí. Uno puede ser usado y no aprobado. Después tenés gente llena del Espíritu Santo desde su vientre, como Juan Bautista, que no hicieron un milagro. Vos tenés gente que ha convocado masas y que venían de a montones a escucharlo, y…. ese fue ciertamente el caso de Juan Bautista, aunque no decía milagros, salían pueblos enteros a escucharlo, y sin embargo, no se convertían, ¿no es cierto? Y tenés otros como Jeremías, que predicaba a una generación que no lo quiso escuchar y que lloraba en los secretos y gemía y predicaba juicios. Y estaba lleno del Espíritu Santo. Entonces, todas esas cuestiones son relativas. Tienen que ver con la soberanía de Dios, con los tiempos en los que vivimos. Pero la marca de una persona avivada y lo que hoy necesitamos en la iglesia, lo que no hay, lo que no se ve, es una persona con el carácter de Jesús. Una iglesia en donde no es la rareza o la excepción a la regla, sino donde es la norma, que todos son como Jesús. Donde está la fragancia de Jesús. Donde las personas, si las cortás, de sus venas sale amor. Donde viven con gozo en Cristo y no están afanadas y dejan de dar fruto por los afanes de esta vida y el engaño de las riquezas. ¿No es cierto? Donde hay dominio propio, donde las personas pueden controlarse. Claro, eso tendrá como consecuencia que esa iglesia va a poder ser sal y luz, no… se escuchará más o menos. Eso dependerá de la soberanía de Dios y de la generación en la que nos toque vivir. ¿No es cierto? Pero eso ya es otro tema.

Moisés: Es otro tema, Nico. Sí, me quedé pensando en el tremendo desafío que nos deja a nosotros, los que somos parte de la iglesia, entender esto. Porque entonces es un llamado del Señor corriendo a pedir auxilio. Tal cual vos lo graficabas en el Salmo 119 del Salmista. Señor, dame tu vida. Estoy necesitado. Entiendo que la sociedad está como está, que todo se pierde, pero que yo necesito tu vida. No es solo, por supuesto que esa vida nos va a llevar a iluminar a otros. Pero es una necesidad personal que nos tiene que, entiendo yo, tocar con desesperación porque yo me veo no siendo de esa vida y dominado por la incredulidad, por el desgano, por el orgullo. Y ahí me tiene que agarrar esa desesperación de decir, Señor, dame tu vida. Quiero más que nada. Dejo todo por esta vida.

Nico: Moi, vamos a ponernos más incisivos. Ser llenos del Espíritu Santo es una orden apostólica inspirada por el Espíritu Santo. No es una alternativa. Si no estamos llenos del Espíritu Santo, no es porque Dios no quiere, porque nosotros no queremos. Es porque no estamos dispuestos a rasgarnos el corazón en vez de las vestiduras. Es porque no estamos dispuestos a frenar y a decir como en el Salmo 139. “Examíname, Señor, y ve si hay en mi camino de iniquidad”. No estamos dispuestos a cumplir con la orden de Pablo en 2 Corintios capítulo 13. Examínense a ustedes mismos a ver si están en la fe. Pónganse a prueba, dice Pablo. No estamos dispuestos a hacer restitución…. el arrepentimiento, no es algo superficial, no es un mero remordimiento. Es estar dispuestos a arrancarnos los ojos y a cortarnos las manos para agradar a Dios. Es estar dispuestos a morir antes que volver a pecar…

Moisés: wow

Nico: …es estar dispuestos a buscar a Dios hasta que al fin encontremos su rostro. Es estar dispuestos a subir a la montaña. Nos quedan pocos minutos, pero podemos ponerlo así. Me gustaría que si llegamos, podamos ver el corazón de una persona avivada. Y algo de cómo se ve una iglesia avivada. Pero el corazón de una persona avivada se ve como lo vemos en Pablo en el libro de Filipenses. Por ejemplo, Pablo dice en Filipenses capítulo 3. “Por amor del cual lo he perdido todo y lo tengo por basura a fin de ganar a Cristo”

Moisés: wow.

Nico: Una persona avivada es una persona que quiere ser poseída por el Espíritu Santo. Que quiere ser controlada por Cristo. Que dice Cristo tu corona está en mi corazón. Quiero que seas mi rey. Quiero que dirijas completamente mi vida. Yo soy tuyo. Yo soy tu discípulo. Hacé conmigo lo que quieras. No hay una voluntad erguida que él tenga que tumbar o con la que él tenga que lidiar. No hay un ego no muerto. Pablo dice, él pone básicamente todo cuanto para mí era ganancia. Dice Pablo, lo he estimado como pérdida por amor de Cristo. Por amor del cual lo tengo todo por basura. Entonces Pablo puso en una caja todo lo que para él era valioso antes. Todo lo que hacía su autoestima, su sentido de vida, sus credenciales como fariseo. Y él dice al lado de Cristo esto es basura. ¡Esto es basura! Alguien que está avivado es alguien para quien todo es basura al lado de Cristo.

Moisés: Wow, Estamos Nico….. es muy fuerte el punto. La verdad que me… Porque estamos entrando en un terreno donde entonces el avivamiento comienza buscando nuestro corazón. Pidiéndole la ayuda al Señor para ver cómo estamos delante de Él. Cuánto de su vida tenemos. Y automáticamente la primera palabra que me surge que vos mencionas recién es arrepentimiento. Es que tenemos que meter en esa caja como basura y estar dispuestos a dejarlo para alcanzar…

Nico: Para Pablo significó sus credenciales, su nombre, su liderazgo. Todo lo que para él era valioso. Todo lo que le había construido durante toda su vida.

Moisés: Ahora, tenemos que ser conscientes Nico que lo que… Mucho de esto que estamos hablando atenta contra lo que… Aunque no es la idea meternos en lo que no es avivamiento. Pero contra lo que quizá hemos fomentado, y cuando hablo…Debemos… tristemente hablo de la iglesia en general. Lo que el mundo conoce como iglesia evangélica. Que es como que el Señor venía a alimentar todo eso que Pablo tiró en la caja y lo tuvo por basura. Muchas veces como iglesia lo alimentamos y le dijimos a la gente que el Señor quería. Y que sí, y que se aferren y que se agarren. Y hoy estamos entendiendo que no.

Nico: Bueno, sin caer en generalizaciones extremistas. Lo cierto es que hay un problema generalizado. Y nuestra convicción… Y con esto no hacemos más que pararnos en la fila de la ortodoxia evangélica interdenominacional simplemente, …es que la raíz del problema actual es que el evangelio ha sido diluido. El evangelio trata, dice Pablo en segunda de Corintios capítulo 4. Versículos 4 y 6. Trata de la gloria de Cristo. ¿No es cierto? “Dios que de las tinieblas hizo que resplandeciera la luz. Es el que ha resplandecido nuestros corazones para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo”. La gloria de Dios es la valía y la belleza de Dios. Gloria en griego es δόξα (doxa), significa Manifestación, Esplendor. Es la belleza de Dios. Cada vez que Dios se manifiesta vemos cuán valioso y cuán hermoso es. Eso es la gloria de Dios. Y Pablo dice que vemos en la faz o el rostro de Jesús la gloria de Dios. La belleza y el valor de Dios. El evangelio trata de eso. De la gloria de Dios. No de tus necesidades. Trata de lo que Él es. Y claro en cómo Él viene a satisfacer nuestras necesidades. Nuestra necesidad principalmente de salvación. Ahora muchos en vez de predicar el evangelio de la gloria de Dios han predicado el evangelio de ofertas. Jesús puede sanarte. Jesús puede salvarte. Jesús puede arreglar tu familia. Que Él puede. Y en el extremo el evangelio de la prosperidad de Jesús puede hacerte rico. Él… (Hacerte rico no…jaja) Puede hacerte rico pero ciertamente no te lo promete), Claro Él puede sanarte. Puede arreglar tu vida. Puede hacerte feliz. Puede sacarte del infierno. Pero Él no es un mozo o un mero medio que te trae la bandeja de aquello que vos amás más que a Él. Él lo será todo, o no lo será nada. O lo amás con amor supremo o simplemente Él no te va a permitir acercarte a Él. Y soy bíblico. En Lucas capítulo 14 versículo 25. La gente lo seguía eufórica. Las masas, las turbas que seguían de a decenas de miles a Jesús. Enamoradas del Jesús popular. De los milagros. La sanidad. De la resurrección. De la multiplicación de panes y peces. Y querían eso. Y Jesús se para. Versículo 25 le dice; “Si alguno viene a mí y no aborrece. Que significa amar menos. Y no aborrece. Padre, madre, mujer, esposa, hijo. Si aún su propia vida no puede ser mi discípulo”. Jesús no quiere admiradores. O meros seguidores. Él quiere discípulos y Él no engañó a la gente. Él los desanimó. Si no me aman más a mí. De lo que aman a sus seres queridos. Si aún su propia vida. Entonces no pueden andar conmigo.

Moisés: Qué interesante Nico es poner esto en el marco más allá que…. rápido, de lo que realmente es un avivamiento. Porque quizá en el… por lo menos en mi común. Nunca había estado. Todas estas cosas. Para entender realmente. Lo que tenemos que buscar. La iglesia necesita un avivamiento. Lo dijimos desde el principio. Nos damos cuenta. Esto es lo que necesitamos realmente. ¿no?…

Nico:

Moisés: … entonces ¡qué alegría, qué gozo y qué desafío tan grande al mismo tiempo!

Nico: Y buscar un avivamiento. Permitime que meta un bocadito más. Es buscar a Cristo. No buscar otra cosa. No es buscar milagros, manifestaciones de poder. Esas cosas pueden venir como una consecuencia o no. El Señor dirá. No es buscar la salvación de los perdidos. Eso es una consecuencia. Es parte de nuestra responsabilidad y misión. Pero no es avivamiento. Es lo que tenemos que hacer como una iglesia avivada. Pero no es avivamiento. No es buscar sanidad psicológica. No es buscar felicidad. No es buscar santidad. No es buscar que la iglesia sea lo que tiene que ser. No es ni siquiera buscar ser obediente. Todas esas cosas son consecuencias. Qué es avivamiento. Es buscar a Cristo. ¡A Él! ¡A Él!…. Pablo dice acá en Filipenses capítulo 3 dice. Aún más. Pensá que Pablo dice esto después de 30 años de caminar con Jesús. Y él seguía así. “Aún más, yo estimo como pérdida. Todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús”. La Reina Valera traduce; por la excelencia, esa palabra me encanta. “La excelencia del conocimiento de Cristo Jesús. Mi Señor por quien lo he perdido todo y lo considero como basura”. ¿En vista de qué? ¿De algún beneficio que él obtenía de Jesús? ¿De su salvación? ¿De porque Jesús le había arreglado la vida? No. De conocer. El incomparable valor. No hay nada, dice Pablo, que para mí sea como simplemente conocerlo a Él. Es que el avivamiento es adoración. Es cuando alguien dice Cristo. Es como el himno este metodista que hizo Charles Wesley. Me encanta. Dice, basado en la experiencia de Moisés en la montaña. ¿No? En Éxodo 33. Si no puedo verte y vivir, entonces quiero verte y morir. Es eso. Eso es avivamiento. Cuando estamos desesperados por Cristo. Cuando es Cristo o nada. Es cuando decimos, Señor, aun si me mandaras al infierno, yo te serviría igual. Es como Asaf en el Salmo 73, versículo 25. ¿Quién tengo yo en los cielos sino a ti? El cielo no me interesa si no estás ahí. Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Esa persona está buscando a Dios. Y solo esa lo encontrará. Aparte de eso, solo es vanidad de vanidades. No más que eso.

Moisés: El tiempo nos corre, Nico. Y creo que nos queda una conclusión muy práctica. Es poner, acomodar la brújula que la tuvimos fallada. Por lo menos en lo personal me queda claro. Y pensando en muchas cosas. Tenemos que recalcular y ver bien qué estamos buscando. ¿No? Entender a qué es lo que el Señor nos ha regalado. Porque es por gracia. Y que nosotros tenemos que buscar. Y realmente dejar de anhelar y querer un montón de cosas. Entender las cosas como son y caminar en la verdad del Señor.

Nico:

Moisés: Creo que una aplicación práctica que me viene, como si se lo tendría que explicar a Timo, al más chiquito de mis hijos. Acomodemos la brújula porque estuvimos apuntando a otro lado mucho tiempo, ¿no?

Nico:

Moisés: Que el Señor nos dé gracia como iglesia en este tiempo para reconocer que creo que ahí está el punto. Que orabas hoy; arrepentimiento… que buscamos mal pensando que era otra cosa y que podamos volver a donde la palabra del Señor nos llama a volver o donde nunca tendríamos que haber salido.

Nico: Y volver a la palabra de Dios. Porque por donde empezamos, vamos a terminar donde empezamos. Salmos 119, versículo 25. Avívame conforme a tu palabra. No puede haber avivamiento sin la palabra de Dios. Necesitamos, antes de avivamiento necesitamos una reforma. Y ¿qué reforma?; es volver a la palabra de Dios.

Moisés: Bueno, ya tenemos un tema para la próxima, ¿Qué es Una reforma?, si bien es previo. Pero qué bueno dejar bien claro, Nico, los conceptos. Así que vamos por una reforma. Entonces vamos a ver bien qué es una reforma. Y qué pasó en lo que conocemos como una reforma, ¿no?

Nico:

Moisés: Qué interesante.

Nico: Bien… Bueno, Moi. será entonces hasta el próximo…

Moisés: Hasta el próximo encuentro de Mate y Biblia. Sí. Así que bueno… una bendición… y en lo personal, Nico, en esta charla pude sentir al Señor moviéndose entre nosotros. Mi corazón se llenó de gozo, de solo pensar lo que Él nos ha regalado y la oportunidad. Y cómo Él ha abierto un camino tan claro…. y nada…

Nico: Sí, igual para mí. Igual para mí.

Moisés: El Señor, es bueno, nos vemos

Nico: Sí, amén. hasta la próxima

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