Quisiéramos contarle quiénes somos, qué hacemos y qué creemos.
Nacimos como iglesia local a mediados del año 2010, en la ciudad de Rosario, ubicada en el interior de Argentina. Nuestra iglesia existe por una única razón: Glorificar a Dios. Puede que esta frase, ‘glorificar a Dios’, suene extraña. Por eso, trataremos de explicarla. Mucho depende de si entendemos (o no) qué significa glorificar a Dios. Para ser más precisos, la Biblia dice que fuimos creados para glorificar a Dios (Isaías 43:5); de manera que nuestra vida misma –nuestra vida hoy y nuestra vida eterna– depende de si comprendemos realmente el significado de esta frase.
Para entender qué significa glorificar a Dios, debemos entender qué es la gloria de Dios. La gloria de Dios es la suma de sus excelencias. Estas son conocidas como los atributos de Dios: aquello que Dios es en la esencia de su ser. La gloria de Dios es, entonces, la suma de lo que Dios es, la suma de sus atributos. Cuando Dios dice que va a mostrar su gloria, él está hablando de que va a mostrar quién es él. Así lo podemos ver en Éxodo 33:18-19 y 34:5-8.
Al decir que existimos para glorificar a Dios, lo que estamos diciendo es que existimos para que esa gloria sea conocida, manifiesta ante los ojos de toda la creación. Esta gloria de Dios fue manifestada muchas veces a lo largo de la historia, pero con la venida de nuestro Señor Jesús al mundo la gloria de Dios se nos acercó en toda su plenitud, puesto que Jesús es “la imagen del Dios invisible” en quien “habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”, el “resplandor” de la gloria de Dios y la “imagen misma de su sustancia” (Colosenses 1:15; 2:9; Hebreos 1:3).
De manera que ver la gloria de Dios consiste en conocer a su Hijo Jesús, quien nos es presentado en Biblia, y glorificar a Dios consiste en contemplar, disfrutar, obedecer y seguir a Jesús. Cuanto más conozcamos al Hijo, tanto más semejantes a él seremos y así le traeremos gloria. Para esto existimos nosotros, como Iglesia y como individuos: para mostrarle al mundo que Jesucristo es la persona más valiosa y digna de alabanza del universo. Es decir, existimos para que la fama de Jesús sea conocida. Creemos y hemos llegado a experimentar que cuando Jesús es el centro de nuestras vidas, cuando él es la fuente de nuestra alegría y esperanza, entonces la vida cobra verdadero sentido. Cualquier otra cosa es una vida desperdiciada, y estamos ansiosos por llamar a los hombres, con sincero y profundo amor, a que no desperdicien sus vidas derrochándolas en algo de menos valor que él. Es por medio de Jesús que llegamos a conocer a Dios, es por medio de Jesús que Dios llega a ser nuestro Padre, es gracias a Jesús que disfrutamos de un compañerismo real con el Dios vivo por medio de la persona del Espíritu Santo. Jesús es el centro de nuestra atención y adoración, y estamos comprometidos con su causa: él debe ser el centro de la atención y la adoración de cada hombre, mujer y niño que camina sobre esta tierra. Jesús se merece ese honor, nosotros fuimos creados para darle ese honor y para que mientras lo hagamos disfrutemos de su persona, lo cual es muchísimo mejor que cualquier otro placer en el mundo.
Para esto es que hacemos todo lo que hacemos. Con este objetivo nos congregamos semanalmente para adorar a Dios escuchando la predicación y enseñanza de su Palabra (la Biblia), orando y cantando de sus maravillas. También, nos reunimos para salir por las calles a anunciar la buena noticia de lo que Dios hizo por medio de Jesús y nos juntamos en nuestros hogares para animarnos unos a otros en nuestra común fe. Como cristianos, no presumimos de haber inventado o descubierto algo nuevo, sino que nos mantenemos fieles a la fe histórica de la iglesia tal como fue entendida por los cristianos primitivos y restaurada, en parte, por los cristianos en la Reforma Protestante.
Lo invitamos a que se acerque para conocernos mejor. Es posible hacerlo telefónicamente o vía e-mail. Todos estos datos también están en la sección de Contacto.
Muchas gracias por visitarnos. No dude en ponerse en contacto con nosotros si cree que podemos servirlo en algo y ayudarlo a conocer más a nuestro Dios. Existimos para eso. Somos Iglesia. Somos familia. Y todo esto, por la gracia de Dios.