Mate y charlas de avivamiento
con Nicolás Serrano y Moisés AnnacondiaEpisodio 6 – Erradicando el MISTICISMO
Moisés: Nico, primera temporada de Mate y charlas de avivamiento llega a su fin.
Nico: Oh, sí. Pero no va a ser el fin de mates y charlas de avivamiento. Va a haber segunda, tercera y quién sabe cuántas temporadas.
Moisés: Sexto y último programa, Nico. Y creo que es un cierre maravilloso. para poder entender lo que es un avivamiento, una reforma, y por todo esto que estamos orando y anhelando en este tiempo para nuestra generación.
Nico: Y hoy vamos a atacar un virus, un virus que es casi omnipresente en las iglesias, el virus llamado misticismo, porque este es uno de los virus que trabaja en contra de un avivamiento, y abre la puerta al diablo.
Moisés: Wow Nico, que importante es ver y entender que alrededor del misticismo hay muchas experiencias, las cuales promulgamos que no tienen su base en las escrituras, ¿verdad? Entonces hemos hecho cosas paralelas simplemente y las hemos promulgado y anunciado y animado a otros que las experimenten que no tienen nada que ver con la realidad bíblica.
Nico: Básicamente hoy vemos dos extremos, aquellos que niegan las experiencias que tuvieron los primeros cristianos, rebajando todos los estándares, y por otro lado aquellos que tienen experiencias que son falsas, que no son bíblicas, que no son sanas. Y sin embargo buscan la Biblia, en la Biblia apoyo para validar sus experiencias. Y esto, segundo abunda y mucho. Entonces, ¿qué es el misticismo? ¿Cómo se combate? Si queremos una espiritualidad que se base en la sola escritura, necesitamos tener este enemigo muy a raya.
Moisés: Qué bueno, Nico, qué bueno. Y para la financiación de esta primera temporada, creo que es importantísimo aclarar que cuando hablamos de la sola escritura, hablamos de la autoridad y la obra del Espíritu Santo en medio de la iglesia. No simplemente de un conocimiento.
Nico: Exactamente.
Bienvenidos al podcast de Familia de la Gracia. Nicolás Serrano y Moisés Anacondia comparten con nosotros mate y charlas de avivamiento. Acompáñanos y reflexionemos juntos a la luz de la palabra de Dios.
Moisés: Este virus, no sé si es correcta la palabra, Nico, que podemos usar para…
Nico: Vale, vale, vale la palabra.
Moisés: para graficarlo este virus, que ha entrado ya en la historia de la iglesia,, ya hace un tiempo… Personalmente me atraviesa muy fuerte este tema, me conmueve esta mañana leyendo algunos pasajes y analizando un poquito, me conmovía porque es mi lucha. Yo vengo de toda una vida de vivir como un místico, que ahora con la ayuda del Señor vamos a explicar un poquito más lo que esto significa, y viendo las consecuencias y los errores gravísimos a los cuales el misticismo nos lleva. Por supuesto podríamos mencionar como introducción, el primero de ellos, nos lleva a errores terribles en cuanto a nuestra doctrina, nuestra enseñanza, nuestra forma de comunión con Dios y por lo tanto con la iglesia, con los hermanos, es como que nos aleja de la realidad de las escrituras. Y creamos una religión paralela, creamos un Dios paralelo y nos manejamos simplemente a nuestra forma, donde el conocimiento del Señor es relativo, ya que depende de mis sentimientos, de mis emociones, de mis formas. no hay que pensar demasiado, simplemente hay que sentir y ahí moverse y hay que esperar cosas todo el tiempo sobrenaturales y solo de esa manera parecería que el Señor está o puede comunicarse con nosotros y en lo personal, eso ha atravesado mi forma de servir al Señor, mi forma de ser esposo, mi forma de ser padre, mi forma de ver a Dios, de ver a la iglesia. Y hoy, ya desde hace un tiempo a esta parte, con la ayuda del Señor, viendo la gravedad de mi pecado en cuanto a esta área, siendo ayudado para poder salir del todo de este virus que es tan fuerte. Ahora, hoy mi carga, Nico, al yo ser alguien que está intentando salir de ahí, y que está intentando salir de ahí. es ver cómo podemos ayudar a aquellos que nos están mirando y quizás no se dan cuenta, pero están sumidos en el misticismo. Esta cuestión de, como decimos, de relacionarnos con Dios de una manera que no es bíblica, relacionarnos con la iglesia de una manera que no es bíblica, esperar ver a Dios de una manera que no es bíblica, y todo esto nos confunde y nos lleva a ser una iglesia que no es la que el Señor ha establecido en su palabra.
Nico: Wow, la verdad es que bueno sería una vez que puedas profundizar en tu testimonio, ¿no es cierto? Porque creo que es tan relevante para todo lo que estamos hablando acerca de qué es, qué no es un avivamiento. Ya hablaremos sobre qué es la conversión cristiana, qué no es, y creo que sería tan bueno que nos puedas contar un poco más. Pero yo también soy un ex místico. Durante una temporada fui un místico. Ahora, ¿qué es el misticismo? Creo que está bien clasificarlo como un virus de iglesia. Y es un virus que ciertamente modifica completamente nuestra estructura espiritual. Es un virus que lo llena todo, que lo contamina todo. Afecta nuestra manera de pensar, de sentir, de vivir. Nos da lentes. el virus es en sí mismo una idea errónea, una idea no bíblica. ¿Qué es el misticismo? Podemos ponerlo así. Es la idea de que podemos conocer a Dios o experimentar su poder de manera segura aparte de su palabra. He repetido eso una vez. Es la idea de que podemos conocer a Dios o experimentar su poder de manera segura aparte de su palabra. Dicho de otra manera, los místicos, se estudian así en teología histórica, los místicos, existe tal cosa como el nacimiento del misticismo, los fundadores del misticismo, y el misticismo actual, con sus nuevas adaptaciones, ¿no es cierto?
Moisés: Ahora Nico, perdóname, te hago un paréntesis para los que están escuchando, porque yo me siento… es decir, es un tecnicismo, pero estamos hablando de algo que es muy natural en la iglesia. Yo personalmente era un místico sin saberlo, o sea que no estamos hablando de un grupo que se conoce a sí mismo como místico, sino, bueno, como lo vamos a explicar, de un virus que nos ha tocado a una inmensa mayoría.
Nico: Sí, tal cual. Y un virus que podemos ver en las escrituras, un virus que los hombres de Dios que están en la Biblia han tenido que enfrentar, ¿no es cierto? Entonces… Juan, el apóstol, tuvo que luchar contra los principios del gnosticismo, que hablaban de un conocimiento superior al que solo se puede acceder a través de la fe y no de la razón, y que era exclusivo solo para aquellos que tuvieran suficiente fe y santidad como para vivir una vida retirada. Hasta poder hacer contacto de manera especial con Dios, y aquellos que tenían esa experiencia especial se convertían en las nuevas autoridades espirituales, líderes y profetas en los oráculos de Dios. “No vimos nada de eso en nuestros días. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia” (nótese la ironía).
Pero entonces esta idea de que podemos conocer a Dios o experimentar su poder aparte de su palabra, los místicos lo ponían así. Tenemos que apagar la mente, o sea, no ir por el camino de la razón, sino apagar la mente y encender el espíritu a través de la fe para tener una experiencia transformadora con Dios. El supuesto de esto es que la mente, la racionalidad, es un obstáculo para conocer a Dios, puesto que Dios es más grande que la razón. Está bien decir que Dios es suprarracional, no irracional, no quiere ser un ser contradictorio. Dios es un Dios de orden, dice Pablo, un Dios de lógica. Por eso nuestro universo es un universo ordenado. Pero él está más allá de la razón. Podemos conocerlo a través de la razón, pero no completamente.
Ahora otra cosa es decir que tenemos que dejar la razón de lado porque la razón es un obstáculo más que un medio para conocer a Dios y entonces encender nuestros espíritus a través de la fe para tener un contacto, una experiencia transformadora con Dios.
Moisés: Nico. En forma práctica, creo que lo veríamos de esta manera, toda esta parte tan profunda y tan técnica de la historia de la iglesia que ha dado como resultado lo que hoy somos, lo que acabo de decir, de lo cual, con la ayuda del Señor y de la iglesia, estoy intentando hacer salir. Somos aquellos que queremos tener una comunión con Dios sin pasar por el esfuerzo de sentarnos a estudiar las escrituras como deben ser estudiadas. Somos aquellos que creemos que Dios me pueda hablar en experiencias, simplemente cuando estoy orando, que el Señor pueda hacerlo, pero siempre a través de su palabra, siempre recordándome su palabra, siempre trayéndome a memoria lo que él ha hablado, siempre…, no aparte de su palabra.Y esto de apagar la mente, que quizá no lo razonamos de esa manera, pero sí lo vivíamos. Decir para nosotros es más importante decir no, yo voy a orar y no voy a pasar tiempo estudiando la palabra porque eso es para los intelectuales y no, el Señor está en la oración. Entonces ya es lo que puedo hacer y lo que puedo recibir, y no es lo que el Señor ya ha establecido. Él ya estableció un camino, Él ya estableció su palabra, Él ya se ha revelado y hay que ir en oración y hay que ir con un espíritu manso y humilde, pero está en su palabra, no está en mí ni en mi decir: “Yo me voy a encerrar con el Señor y voy a orar y voy a buscar al Señor” y salir de ahí, una revelación del Señor. Quizás medio fuerte, pero así lo vivíamos. Créeme que así lo vivíamos.
Nico: Fue igual en mi caso.
Moisés: Entonces era, “Voy a buscar al Señor, voy a buscar una hora y a ver si Dios me dice algo”. En vez de decir, “No, voy a buscar al Señor. Su poder está en su palabra”, como ya lo vimos en capítulos anteriores. Su vida, como le dice Pablo a Timoteo en 2 Timoteo 3, es inspirada… Vos explicaste lo que esa palabra significaba en griego, ¿no sé si recordás?, unos capítulos atrás. Es la vida de Dios, la misma vida que creó el mundo, la que inspiró esta palabra. Ahí está la vida, ahí está el poder de Dios, cuando Él me habla a través de su palabra.
Y los que vivimos en el misticismo, esto no existía, Nico. Era mala palabra, de cierta forma, decir: “Voy a encontrarme con el Señor en su palabra. Voy a pasar tiempo estudiándola. Voy a ver qué dice, voy a entender el contexto, voy a ver qué quiso decir el autor, en qué momento el Señor lo inspiró, qué estaba queriendo transmitir”. Nada de eso existía, ¿no?
Nico: Oh, sí, sí. Sí, sí, lo recuerdo. Si alguien estaba preocupado por entender las Escrituras, entonces estaba mal. Podía caer en intelectualismo muerto, ¿no? Y tu preocupación tenía que ser tener una experiencia con Dios. Y esa experiencia con Dios no pasaba principalmente por conocerlo a través de su palabra, porque no se creía que la palabra está viva, que Dios viene a mí por su palabra. Jesús dijo en Juan 17, en oración al Padre, “santifícalos en tu verdad, tu palabra es la verdad”. Jesús quiere que nosotros seamos santificados, es decir, que seamos conformados más a su imagen a través de un proceso en el cual nosotros vamos conociendo y sometiendo nuestras vidas a la palabra de Dios. “Santifícalos en tu palabra”, no es aparte de la palabra, es en tu palabra. Es decir, que al conocer la palabra de Dios, esta palabra que está viva y viene a mí para capacitarme para conocer a Dios y vivir conforme a su voluntad, en ese proceso de estudiar seria, rigurosa y metódicamente las escrituras, el poder de Dios se manifiesta santificándome. No es aparte de la palabra, no es: “dejo la palabra y me voy a buscar a Dios para tener este tipo de experiencias que me catapulten a otro nivel”.
Moisés: Nico, y creo que está bueno aclarar de que no… No estamos negando que el Señor pueda hablarte en la oración, pueda guiarte, pueda impulsarte. Lo que estamos diciendo es que eso será real cuando nuestra mente y nuestro corazón estén llenos de la palabra. Porque ahí es donde el Espíritu Santo trabaja. Ahí es donde el poder de Dios radica, en su palabra. Y ahí sí podemos decir que alguien puede levantarse, como Pablo dice, y profetizar. Porque son hombres llenos de la palabra del Señor. Que tienen, no su propia autoridad, sino la autoridad que emana de la palabra del Señor. Pero no cuestiones separadas, justamente místicas, de gente que sin un conocimiento real de las Escrituras quiere hablar en nombre de Dios. Y eso ha hecho daño. Y podemos ver que sigue haciendo daño. Yo soy testigo del daño. No estoy hablando de lo que leí, de lo que escuché. Estoy hablando de lo que experimenté. Y es durísimo. Y es muy fuerte.
Nico: Eso es otro tipo de cristianismo. Porque el cristianismo bíblico, valga la redundancia, se basa en la Biblia. En la creencia de que las Escrituras son suficientes. “De que toda Escritura es inspirada por Dios y útil. Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”, como dice Pablo. Entonces, el cristianismo consiste en someter tu vida a las escrituras.
Ahora, el místico, mayormente es alguien que ignora las escrituras, que no es alguien que conozca bien las escrituras. Pero entonces no quiere hacer el esfuerzo, como vos decías, de estudiar, y se va a buscar a Dios. Tiene una experiencia, en algunos casos puede ser una experiencia genuina, en otras veces puede ser experiencia demoníaca, en otras veces pueden ser experiencias psicológicas nada más, ¿no? Porque tanta sugestión… Yo he estado en reuniones donde, digamos, si vos tenés a alguien al lado, tú gritándote, “¡Cae fuego, cae fuego, cae fuego!” O ahora, ahora, ahora vas a recibir al Espíritu de Dios… y claro, eso crea una psicosis colectiva muy fácilmente. Muy fácilmente. Es el poder de la sugestión.
Entonces… Y eso tiende, aparte de que niega la suficiencia de las escrituras y, por lo tanto, te aleja de las escrituras, porque vos vas a buscar esa experiencia, la experiencia que tuvo, ese referente místico en vez de poderte estudiar las escrituras, te sentís mal de que vos no tuviste una experiencia de ese tipo. Por otro lado, crea elitismo, porque el que tuvo esa supuesta experiencia y se convirtió ahora “en el hombre de Dios, que viene de la cueva, con su experiencia y con ese conocimiento que ha recibido directamente de Dios, es que ahora ese hombre va a ser puesto en la cima de una pirámide de jerarquía, en donde para tratar de escalar más cerca de la cúspide, vas a tener que… vos también irte a la cueva a buscar tu experiencia”, y así sucesivamente. Entonces eso crea como una casta aparte de gente especial que ha tenido suficiente fe como para entrar en contacto con Dios, y de ahí salen haciendo milagros, profetizando y quién sabe qué cosa, y después los demás. ¿No es cierto? Que son los que los miran desde abajo.
Moisés: Sí, Nico, me gusta ver esto en formas prácticas, porque ¿cómo vemos nosotros a un movimiento, a una iglesia, a un hombre, a un líder místico? Y me viene a la mente cómo todo el tiempo somos instados y motivados a esa clase de experiencias, en vez de ser instados y enseñados y motivados a ir al Señor en las Escrituras, a recibir su vida y su poder, como seguramente ahora vamos a ver en muchos pasajes, a Pablo, a Pedro mismo, como ellos nos enseñan que el poder de Dios nos es transmitido a través del Evangelio y no de esas experiencias. Aunque por supuesto que las experiencias son válidas, no negamos, no ponemos la razón sí o sí, experiencia cero, no, pero hablamos entendiendo que el Señor se revela a través de su palabra y es ahí donde vamos a experimentar al Señor. Lo vamos a conocer, nuestros sentimientos, nuestras emociones van a ser como una fuente que nos va a llevar a la adoración y va a haber tantas cosas, pero me viene esa imagen todo el tiempo somos instados, quizás el que está del otro lado motivados a estas experiencias cuando deberíamos ser instados como hacían los apóstoles, como Pablo una y otra vez, me viene a Timoteo, “lo que aprendiste desde chico preocúpate, ahí está la verdad”. Son las Escrituras las que te van a preparar para la salvación, para la santificación. No es todo lo demás.
Entonces, es como que eso lo fuimos perdiendo con el misticismo. “Vos tuviste una experiencia, tuviste un cosquilleo, recibiste al Espíritu Santo, ya está. Ahora sos un cristiano verdadero, y podemos hacer un montón de cosas, podemos servir, como decís vos, subimos la casta”… y creo que bíblicamente estamos muy lejos de la realidad. ¿No?
Nico: ¡Oh! Sí, Moi, es un versus, teología de crisis versus teología de proceso. Teología de crisis, el misticismo, se te induce una crisis de que te falta una experiencia, experiencia que al recibirla te va a catapultar a otro nivel espiritual, entonces anda a buscar esa experiencia orando. Versus, somete tu vida a las Escrituras y en ese proceso… sométete a la voluntad de Dios y el Espíritu Santo va a llenarte de su poder para que puedas vivir conforme a la palabra de Dios. Es un proceso. ¿Para cuánto da esto, Moi? ¿Para cuánto da? Creemos en la llenura del Espíritu, bautismo del Espíritu, experiencias hermosas, pero no son aparte de las Escrituras. No estamos buscando una catapulta que nos haga saltar a otro nivel, aparte de nuestra comprensión de quién es Dios y de cuál es su voluntad en las Escrituras. Queremos que nuestros ojos sean abiertos para ver la gloria que está acá. Salmo 119, el salmista oraba, “abre mis ojos para que vea las maravillas de tu ley”. Yo necesito ojos para ver acá la belleza de Dios y temblar al ver esa belleza en su palabra, ¿no es cierto? Adorarle, que mi corazón se encienda en mis meditaciones bíblicas. Bueno, vamos a empezar a probar esto bíblicamente porque después nos retan. Que hablamos, hablamos y tardamos en llegar…
Moisés: Sabés que, viendo mi experiencia, no me quiero adelantar, pero me viene justo, lo tengo acá, el pasaje de Lucas.
Nico: Sí.
Moisés: y me veo reflejado a mí y quizás a tanta gente, ¿no? Esperando que el Señor nos hable de la forma que nosotros queremos, “con milagros, con explosiones, con revelaciones angelicales”. Cosas que quizá nos atrapen por su espectacularidad y no realmente que, “sea lo que el Señor quiere”. Bueno, el pasaje tan conocido, no sé si…
Nico: Léelo, léelo y coméntalo.
Moisés: Muy bien, vayamos entonces directamente a Lucas 16, el versículo 28, “porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. Él entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.” Acá podríamos relacionarnos con los místicos, “¿no, señor?, háblame de otra manera, háblame de una manera, no los profetas, no lo que está en tu palabra, háblame…. hay algo espectacular, ellos van a creer”. Y como vos decías, no negamos lo espectacular, no negamos que Dios pueda hacer…, pero él decidió manifestarse a través de la profecía más segura que es su palabra. Mas Abraham le dijo: “si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos”. El Señor nos ha dejado… y mirá, lo pienso y se me pone la piel de gallina, Nico, porque me… este era mi clamor, “Señor, mostrame que sos real, mostrame que estás…”, y todo el tiempo esperando una espectacularidad, era encerrarme en la habitación y esperar que algo tremendo ocurra, que tiemble algo, que sienta un fuego..
Sin embargo Él, su hermosura, su belleza, su grandeza, su poder, su justicia, estaban ahí para mí, en su palabra, y yo no quería, yo no tenía tiempo, yo no…
Nico: Su palabra es… como fuego y como martillo.
Moisés: …Y por eso te digo que me atraviesa y no puedo dejar de… escalofrío porque me veo reflejado acá. Como este que entre los muertos pedía al cielo, “por favor, decíle a mis hermanos para que no vengan a este lugar de tormento. Pero yo ya les dije, ya les envié los profetas, ya está mi palabra. No, pero de una manera más espectacular, por favor…” No, ya está establecido. El Señor ya manifestó. Manifestó, ella estableció cómo rebelarse y qué desprecio, a mí me pesa en el alma, Nico, el desprecio y cada día le pido perdón al Señor, y oro con mi esposa y con mis hijos, cuánto desprecio a la palabra del Señor, a la maravillosa palabra del Señor, el medio de gracia por el cual él decidió revelarse a los hombres y por eso me pesa el misticismo, es un tema que me atraviesa porque es un menosprecio al Señor mismo.
Nico: Uff. ¡Uf, qué fuerte, Moi! Bueno, yo tengo en el canal, cuando hablamos acerca de Comunión, la serie titulada Comunión, ¿qué estabas esperando? Y hablamos de varios virus, entre ellos el misticismo. Y ahí hablamos de… Pasamos por una declaración de Isaías en la que los judíos se burlaban de que era demasiado fácil la escritura, ¿viste? Entonces ellos se burlaban diciendo “línea por línea, verso por verso”. Y entonces el Señor les dice, “así que no quieren escuchar mi palabra, entonces voy a enviar contra ustedes unos extranjeros que van en otra lengua a proclamar mi juicio sobre ustedes y no los van a entender”. Fuertísimo, ¿no es cierto? Pero es de eso que el místico se burla, línea por línea, verso por verso, no quiere hacer ese trabajo. Le parece demasiado simple, hay muy poca gloria en el verso a verso, en el línea a línea, en el libro a libro. No, no, vos podés irte a la cueva y volver siendo un superman espiritual, ¿no es cierto? siendo el último Juan el Bautista, y recibiendo las últimas revelaciones, y recibiendo un poder inusual para hacer obras cual nadie hizo antes. De verdad que esto da para profundizar mucho, pero en el texto de Lucas, justamente lo que Abraham está diciendo es que las escrituras son suficientes. El rico que estaba acá en tormento, dice, pero si un muerto resucita seguro van a creer. Y Abraham parece contestarle, “que inocente. ¿Vos pensás que su problema es que le falta evidencia de la realidad de Dios? ¿Vos pensás que solamente viendo un milagro ellos van a decir, oh, qué pecadores somos? Ahora reconocemos la justicia de Dios y nos arrepentimos de nuestros pecados”. No, si alguien no escucha las palabras de Dios, ni que se levante un muerto, o sea, el asunto de Abraham es que él pone la palabra de Dios arriba de los milagros, arriba de las señales o manifestaciones excepcionales, vamos a ponerlo así, y no al revés. Y lo que vos estabas diciendo es que la tendencia mística de hoy, no todos los místicos son iguales, pero hay una beta del misticismo que pone las manifestaciones espectaculares por sobre la escritura en nivel de importancia evangelística. “si predicas pero no hay milagro, la gente no va a creer, pero si vos tenés milagro pero aunque no conozca la escritura, la gente va a creer”. Y eso es invertir el orden, ¿no es cierto?
Moisés: Sí, y eso, como te digo, Nico, es un menosprecio al Señor porque su vida y su poder están establecidos en su palabra. No hay salvación en un milagro, no hay apertura e iluminación del Espíritu Santo, apertura de los ojos, del corazón a través de los milagros. Claro que el Señor puede hacer milagros, claro que eso puede atraer a alguien a escuchar el Evangelio, pero realmente el Señor se manifiesta a través de su palabra. Y ahí es donde está el menosprecio. Nos ocupamos de que haya milagros, de que haya manifestaciones, de que haya cosquilleos, de que haya fuego, de que haya… “Pero no es tan importante si la palabra de verdad es predicada con fidelidad, no es tan importante si lo que se habló es 100% escritural o no. No es tan importante si el predicador procuró ser fiel teniendo cuidado de que estas son las palabras del Señor y no las podemos manosear, eso no es tan importante; hay otras cosas que pueden suplantar y tapar eso”. Y vuelvo a decirte, lo digo por experiencia y mi corazón se duele, pero es terrible cuando el Señor te va dando luz a través de estos textos y vos vas viendo… y decís, “¡Wow! ¿Qué estamos haciendo? ¿Hacia dónde estamos yendo? ¡Esto es tremendo! Cambiar los resultados humanos por la verdad del Señor. Cambiar la comodidad humana por su revelación perfecta y maravillosa. Es dejar la gloria del Señor, abandonarla. Ni siquiera, pienso Nico, por ahí estoy diciendo una burrada, ni siquiera llegar a concluir que el Señor la quitó como ocurrió con el pueblo de Israel, su gloria. Es nosotros despreciarla por nuestra propia gloria. Es nosotros decir, “ya no me interesa, tenemos cosas mejores, atrás de las cuales hemos decidido correr porque alimentan más nuestra carne, nuestro ego, nuestra vanagloria, nuestros aplausos que deseamos” y cuantas cosas. Y la gloria del Señor, su belleza y hermosura manifestadas en su verdad, las menospreciamos. Decimos, “no, no es tan importante”. Pero el Señor dejó este libro. “No es tan importante saberlo, vas a perder el tiempo, te va a volver muy intelectual”. El Señor no pasa por la razón, pasa por el corazón, lo que vos sientas… Y dejando de lado el engaño de nuestro corazón, la perversidad de nuestro corazón, el pecado. Entonces me…
Nico: No, no creo que estás siendo exagerado. Y es bueno entender que hay místicos de los buenos y de los malos. ¿Qué quiero decir con eso? Que hay místicos que están infectados por este virus y, sin quitar su responsabilidad, es bueno y necesario decir que también son víctimas porque así han sido enseñados y la biblia les ha sido secuestrada; ese fue mi caso. No había lugar para preguntar qué significa la escritura, era molesto ir y decirle, “¿pero qué significa esto?, ¿qué interpretaciones posibles hay?, o cuestionar una interpretación. No había lugar al debate de: “¿no puede significar otra cosa?”. No hay lugar para el estudio, si vos querías estudiar, ya… a vos: “¿qué te querés hacer, el espiritual o el teólogo?”. Me acuerdo que una vez alguien vino y me exhortó diciendo: “tenés que estudiar las escrituras”. Y entonces, con mi chip místico, mi respuesta fue, no, no, nosotros tenemos que simplemente tener más fe. Porque lo que necesitamos es reunir más fe, porque si tenemos más fe, entonces van a suceder muchas cosas sobrenaturales a nuestro alrededor. Cuando entremos a un lugar, el Señor va a entrar a ese lugar con nosotros y van a pasar cosas”. Pero claro, ¿de dónde vas a reunir más fe? Si la fe viene por el oír la palabra de Dios. Si la fe consiste en creer lo que está acá y vos no sabés lo que está acá. Es que hemos perdido que la palabra es martillo, la palabra es fuego, la palabra es una espada, la palabra es agua que purifica, la palabra es espíritu y es vida; es todo eso y más, la palabra es Dios mismo viniendo en su poder a nosotros. Entonces, claro, si vos crees que esto es solamente letra, información, pero el poder lo tenés que ir a buscar a otro lado, a una cueva, entonces es claro que los resultados van a ser drásticamente diferentes. Vas a tener una religión basada en la “super espiritualidad”, donde vas a pasar induciendo a la gente a una crisis, en donde el que la busca es “el bueno y moral y el que no la busca es un desgraciado, un inmoral”, o algo así. Y entonces, vas a buscar tu crisis, crisis que te va a sacar de ese “estado de carnalidad, de tibieza, de derrota contra el pecado, y te va a catapultar más cerca de la cima de la casta sacerdotal”, ¿no es cierto?
Moisés: Qué bueno, Nico, es el solo hecho de pensar que ese fuego, esa agua, esa pasión que estamos buscando a través de experiencias paralelas, de cosas que podamos sentir, la misma palabra del Señor nos dice que es esa, que es la palabra, que es la revelación. Porque así oramos y así buscamos. El agua que sacia nuestra sed, el fuego del Señor que nos purifica. Y todo eso es la palabra del Señor. Y teniéndolo y aún leyéndolo y habiéndolo escuchado alguna vez, no vamos por acá, vamos por otro camino.
Nico: Y útil, dice Pablo, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto. ¿Querés ser perfecto? Toda escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redarguir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. ¿Querés estar preparado para cumplir la gran comisión espectacularmente bien? Tenés que someter tu vida a la palabra Dios
Moisés: Ahí están los frutos del Espíritu, ¿no? Preparado para toda buena obra. ¿Querés tener frutos del Espíritu? Es sumergirnos en este mar que no tiene fondo, ¿no?
Nico: Ahora recordar, perdón, Moi, a Pablo, porque los corintios justamente venían apóstoles místicos ahí. Y hablaban de “sus experiencias y de que ellos eran más cerca del Señor porque el Señor…” Esta gente siempre está contando testimonios de lo que el Señor hizo y hace en su vida y qué sé yo. Esos son sus credenciales, ¿no?
Pablo entonces dice, “¿quieren que hable como un loco? ¿Quieren que hable como un loco? Me voy a volver un necio por causa de ustedes. Yo conozco un hombre, que fue al tercer cielo”. Ese era él. Lo que estaba diciendo es que él fuese transportado al mismísimo paraíso. Y ahí vio y oyó cosas que no son dadas al hombre contar. Lo que Pablo está diciendo es, “miren, ¿quieren que hablemos de experiencia? Jesús me dio el regalo de irme un rato a su presencia al paraíso y ahí me mostró dos o tres cosas que ustedes no saben”…
Hoy escriben libros, ¿no es cierto? de que fueron al cielo, al infierno, y que sé yo. Pablo dice, “no es dado al hombre”, así que ya sabes, citar algún libro de alguien que fue al cielo o al infierno es todo mentira, porque no es dado al hombre conocer lo que hay ahí en esta era de este lado del cielo, pero entonces Pablo en 1 Corintios 15 los aterriza y les dice, “¿quieren que hablemos de credenciales experimentales? Miren mis experiencias, pero entonces él no dice, así que ahora voy a irse a buscar ustedes su experiencia. El que no sube al tercer cielo es un carnal o no va a tener poder o qué sé yo”. Él les dice, “ahora les hago saber hermanos el evangelio que les prediqué, el cual también ustedes recibieron, el cual están firmes, por el cual también son salvos si retienen la palabra que les prediqué, a no ser que hayan creído en vano”, así que Pablo dice, “¿saben lo que bien hacen ustedes?, permanezcan en el evangelio, porque esos místicos están predicando otro evangelio”.
2 Corintios 11: “si viene alguno predicando otro Jesús o recibís otro espíritu de experiencias místicas, con demonios estaban teniendo los corintios, con otro espíritu, que estaban aprendiendo a otro Jesús. Permanezcan en el Evangelio el cual los salva, dice Pablo, si es que lo retienen. Si pierden el Evangelio, creyeron en vano, van a ser condenados. ¿Cuál es el Evangelio? Porque yo les entregué en primer lugar lo mismo que recibí. Que Cristo murió por nuestros pecados… conforme a las escrituras. Que fue sepultado y que resucitó el tercer día… conforme a las escrituras. Y esa frase “conforme a las escrituras” hace toda la diferencia. Porque Pablo no venía y decía, “miren, yo tengo el conocimiento. De quién es Cristo y lo que él hizo”. No, no, no. Pablo predicaba como cualquiera de nosotros hoy. Miren, abran en Deuteronomio capítulo 18. “Un profeta sería levantado entre nuestros hermanos”. Abran en Isaías capítulo 53. “El Mesías tenía que padecer”. Y él, conforme a las escrituras, mostraba que Jesús era el Cristo y que tenía que morir y resucitar. Era un predicador bíblico. No de experiencias..
Moisés: Qué maravilloso, ¿no? Que con una experiencia que ningún otro ser humano tuvo. No era la base ni de su predicación ni de su ministerio, ¿no? Sino las Escrituras. Pablo sabía que ahí estaba la vida y que lo que la iglesia necesitaba era ser salva y vivir; era retener, retener el Evangelio que fue predicado conforme a las Escrituras. Es tremendo, Nico, te sacude las estructuras de pensamiento. Por lo menos en lo personal, escuchar estas cosas me sacude.
Nico: Moi, nos hemos quedado sin tiempo. Podemos concluir con un texto bíblico, 2 Timoteo 3, versículos 14 al 16. ¿Qué enseñaba Pablo con toda su carga experimental? ¿Cómo él discipulaba? Bueno, él escribe a Timoteo y ahí le dice qué es lo que tiene que hacer, en qué consiste la vida del discípulo de Jesús. Y le dice, tú, sin embargo…, en contraste, importante el contexto, porque está hablando de que van a haber nuevas revelaciones con doctrinas de demonios, de gente que va a irse tras místicos, con nuevas ideas, aparte de la palabra de Dios. “Pero tú, en contraste, tú, Timoteo, sin embargo, persiste en lo que has aprendido. No busques nada nuevo, Timoteo, en lo que ya aprendiste y de las cuales te convenciste sabiendo de quiénes las has aprendido. Desde la niñez has sabido las sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús”.
¿En qué tenemos que perseverar?: En las Escrituras; ahí está el camino de la salvación y vamos a ser tentados a ser desviados de ese camino a través del misticismo, entre otros “ismos” que existen pululando en esa iglesia.
Bueno, no sé si haremos segunda parte o qué porque como siempre sacamos las espadas y nos falta recorrido.
Moisés: Hay tanto, Nico, pero que la gracia del Señor realmente pueda iluminar los ojos de los que escuchan y puedan escapar de la gravedad de estos virus y reconocerlos. Para mí fue difícil, me llevó un tiempo, el Señor cacheteándome hasta que pude ver que lo estaba buscando; estaba cavando en cisternas que no tenían agua. Y fue fuerte, muy, muy chocante aceptarlo, pero bueno, es la realidad que nos toca. El Señor nos quiere salvar y nos quiere rescatar, por eso nos ilumina a través de su palabra; así que la gracia del Señor nos dé la humildad necesaria para reconocerlo y volvernos de nuestros malos caminos.
Nico: Sí, y meto este bocado final, Moi, y es que sé que suena tan duro lo que decimos, ¿no es cierto? No faltarán quienes digan que nos hemos radicalizado, pero ¿qué hacer cuando un virus pone en peligro de muerte espiritual la iglesia, cuando un virus viene enviado por las tinieblas a querer traer deshonra al nombre del Señor? ¿Qué hizo Pablo cuando Pedro se desvió? En Gálatas capítulo 2 lo resistió cara a cara, ¿no es cierto? Entonces, ¿qué hizo Pablo cuando se predicaba otro evangelio?, que no estamos diciendo que todos los místicos prediquen otro evangelio; algunos sí y otros no. Bueno, él dijo: “sea anatema. Si aún nosotros o un ángel del cielo predica un evangelio distinto, sea anatema” Entonces, no hay otra forma de arreglar lo que se desvió. Necesitamos decir la verdad y eso va a tener problemas y va a tener su costo.
Moisés: Que el Señor nos ayude, Nico, y pueda también transmitirse el amor y el deseo. En lo personal, como te digo, es muy personal para mí. Va con una carga de un peso de amor y de compasión. Pidiendo por favor, Señor, abrir los ojos, el que está del otro lado, oí la palabra del Señor y no te resistas. No cierres hoy tu corazón. Si el Señor está hablando, este es el día, este es el momento para analizar y pedir ayuda.
Nico: Que así sea, Moi. Bueno, hasta la próxima temporada.
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